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jueves, 13 de enero de 2011

CONCEPTO DE DISFASIA



Trastorno específico de la adquisición del lenguaje, a nivel expresivo, comprensivo o en ambos niveles, que no evoluciona espontáneamente hacia la normalización y que es resistente a la intervención logopédica.


Puede aparecer en otras patologías, como: deficiencia mental, sordera, autismo o psicosis.


Puede ir acompañado de otras alteraciones lingüísticas, como: alteraciones de la comunicación, falta de desarrollo del juego, problemas de memoria, atención, hiperactividad,..., etc.


La disfasia es un desorden del desarrollo del lenguaje que provoca problemas de comprensión y expresión. Se trata de un problema más grave que un retraso en el lenguaje, ya que aunque los niños que lo padecen presentan índices de inteligencia normales, tiene repercusiones en los ámbitos emocionales, sociales, familiares y académicos.


¿CUÁLES SON SUS CAUSAS?


Por lo que a la disfasia se refiere, las investigaciones más recientes apuntan a que ésta es de origen neurológico. Mientras que algunos investigadores creen que las personas que lo padecen presentan un cerebro diferente, otros consideran que la disfasia refleja una variedad de disfunciones en las rutas cerebrales necesarias para la correcta comprensión, desarrollo y programación del lenguaje.


Esta disfunción es de naturaleza desconocida y la causa en muchos casos se encuentra en un problema genético o en alguna lesión que tiene lugar en el desarrollo del cerebro durante el embarazo o incluso por falta de oxígeno en el parto. El problema, por tanto, tiene lugar en el nacimiento y no posteriormente como consecuencia de algún trauma emocional o de otro tipo.


CARACTERÍSTICAS DE LA DISFASIA


A) Aspectos expresivos:


- Alteraciones práxicas: dificultad para organizar secuencialmente los movimientos necesarios para producir lenguaje oral.


- Alteraciones fonológicas: referidas a la estructura silábica (omisiones silábicas, omisiones de consonantes iniciales y finales, omisiones de sinfones enteros... asimilaciones y sustituciones, pérdida de sonoridad). Y, dificultades para organizar secuencias de fonemas.


- Alteraciones morfosintácticas: dificultades en la adquisición de los morfemas (número, género, morfemas verbales). Omisión de elementos gramaticales (incapacidad para organizar los elementos de la frase en base a claves gramaticales).


- Menores dificultades de organización gramatical, pero acompañadas de un déficit léxico claro, de almacenamiento y de recuperación.


B) Aspectos comprensivos:


- Déficits muy severos en la comprensión del lenguaje. Se comporta como si fuera sordo.


- Las alteraciones en la comprensión persisten o pueden ser algo menores, pero se combinan con una salida verbal incoherentemente organizada a nivel gramatical, ocasionalmente ecolálica.


C) Aspectos cognitivos:


- Dificultades en el juego simbólico.


- Déficit en la construcción de imágenes mentales.


- Déficit en la memoria y en el procesamiento secuencial.


- Déficit en la memoria auditiva a corto plazo.


- Alteraciones de la estructuración del tiempo y el espacio.


- Heterogeneidad en los resultados de las pruebas de inteligencia.


D) Aspectos perceptivos.


- Dificultades en la discriminación de los estímulos auditivos.


- Mayor tiempo de latencia, sobre todo, ante estímulos auditivos.


- Déficit perceptivo para las frecuencias conversacionales.


E) Aspectos psicomotores.


- Dificultades práxicas.


- Alteración del proceso de lateralización.


- Inmadurez de las destrezas motoras.


F) Aspectos conductuales.


- Déficit de atención.


- Hiperactividad.


- Alteración de las relaciones afectivas y del control de las emociones.


G) Aspectos neurológicos.


- Se excluye la presencia de una lesión concreta.


- Parecen existir anomalías respecto al patrón normal. Asimetría inter hemisférica.


H) A nivel general.


- El desarrollo del lenguaje está alterado de forma severa, afectando a la capacidad del sujeto para expresar o comprender.


- La alteración del lenguaje no se explica por problemas intelectuales, sensoriales o motores primarios, daños neurológicos evidentes o alteraciones de tipo psiquiátrico.


- Con cierta frecuencia, los problemas de lenguaje se ven acompañados de otros problemas psicológicos (de tipo atencional y amnésico, hiperactividad motriz, aislamiento social, conductas estereotipadas), problemas sociales y educativos de los que es difícil aventurar si constituyen la causa o el efecto del propio trastorno lingüístico.


- Casos, también, en los que se supone que se da una "competencia psicológica general" intacta, aunque la actuación está alterada, y una "competencia lingüística" severamente afectada.


CRITERIOS PRINCIPALES DE DIAGNÓSTICO


- Retraso o alteración de la producción/comprensión del habla y el lenguaje.


- Hiperactividad, labilidad emocional y atencional, memoria auditiva a corto plazo pobre y conductas perseverativas ritualizadas.


- Frecuente inconsistencia de los datos audiométricos y el bajo rendimiento intelectual.


- Comportamiento similar, en ocasiones, al del niño deficiente mental, sordo o autista.


EVALUACIÓN DE LA DISFASIA


Requisitos previos para el lenguaje:


Requisitos cognitivos:


- Estadio sensorio - motor (inicio de la función simbólica).


- Memoria visual.


- Memoria auditiva inmediata (memoria de trabajo).


- Atención.


- Capacidad de imitación.


- Mantenimiento de contacto ocular.


Requisitos prelenguaje:


- Gestos de designación:


- Protoimperativos.


- Protodeclarativos.


- Uso de gestos naturales.


- Sonidos onomatopéyicos, balbuceo...


Fonología:


- Se explora la presencia de proceso de habla infantil y de alteraciones fonológicas.


- Exploración de la pronunciación en:


- Producción provocada.


- Imitación (de fonemas y secuencias silábicas).


- Habla espontánea.


- Detección de: Jerga, patrones de pronunciación que no corresponden al desarrollo fonológico normal.


Morfosintaxis:


- Comprensión (integración gramatical del ITPA, TSA...).


- Expresión (muestra de habla)


- Detección de: agramatismo, paragramatismo, tipo de estrategia sintáctica utilizada (contextual, posicional, morfosintáctica).


Léxico:


- Comprobar diferencias entre léxico productivo (expresivo) y receptivo (comprensivo).


- Comprobar si hay problemas de acceso al léxico.


- Presencia/ausencia de parafasias (fonológicas, semánticas).


- Presencia/ausencia de neologismos.


Aspectos supra segméntales:


- Entonación alterada (bitonalidad).


- Trastornos del ritmo y la fluidez.


Pragmática:


- Mantenimiento de contacto ocular.


- Producción verbal en un volumen audible.


- Contesta preguntas (ausencia de ecolalias, perseveración).


- Respeta turnos conversacionales.


- Solicita verbalmente o con gestos: atención, objetos, satisfacer alguna necesidad o deseo.


- Se adapta a las situaciones nuevas.


- Sus verbalizaciones son coherentes.


- Respeta normas formuladas verbalmente


CRITERIOS DE INTERVENCIÓN


- Desfase entre nivel mental y comprensión y/o expresión de más de un tercio.


- Ausencia de expresión verbal o expresión limitada a una docena de palabras más allá de los 30 medes de E.M.


- Habla totalmente ininteligible más allá de los 36 meses.


- Enunciados agramaticales de más de 3 palabras.


- Presencia frecuente de ecolalias y perseveraciones.


- Hablar más despacio, sin romper la entonación.


- Cuidar la pronunciación, sin exagerar y sin gritar.


- Ser más expresivo, subrayando bien la entonación de los enunciados.


- Repetir o formular el mensaje si no nos ha entendido.


- Potenciar la comunicación no verbal paralela con gestos naturales y referencias al entorno concreto.


- Respetar el turno de palabra, a pesar de los tiempos de reacción tan largos del niño.


- Potenciar la imitación recíproca.


- Ajustar el tamaño y la complejidad de los enunciados al nivel del niño.


- Utilizar enunciados simples correctos.


- Evitar enunciados interrumpidos o desordenados.


- Utilizar facilitadores como la inducción o las respuestas alternativas.


- Atender y escuchar antes de hablar, es mejor ayudar que hablar continuamente.


- Adoptar una actitud positiva frente al niño, alabando sus progresos.


- Utilizar estrategias para mantener el intercambio cuando no se le entiende.


- Eliminar conductas negativas:


* Eliminar castigos, comentarios despectivos... relacionados con su lenguaje.


* Controlar las manifestaciones de ansiedad cuando se está con el niño.


* Eliminar las correcciones explícitas.


* Eliminar las peticiones de lenguaje fuera de contexto.


* Disminuir la ansiedad, buscando los aspectos más positivos del desarrollo del niño.


* Implicar a la familia en los éxitos alcanzados, responsabilizándoles de ellos.


* No obligar a hablar al niño.


- Apoyos gestuales a la información auditiva:


* Bimodal o gestos naturales.


* Dactilológico, Sanabria... para apoyar la comprensión de los fonemas.


- Apoyo a la producción verbal:


* Comunicación aumentativa.


* Pictogramas.


- Percepción y discriminación auditiva.

- Secuenciación.


TIPOS DE INTERVENCIÓN


1) Con alumnos que tienen lenguaje oral muy estructurada.


- Haciendo especial hincapié en:


* Práxias (alimenticias, orales y respiratorias).


* Pronunciación. Adquisición de patrones de pronunciación lo más correctos que sea posible. Mejorar la ininteligibilidad del habla.


* Léxico. Adquisición de léxico, atendiendo a criterios de funcionalidad.


* Sintáxis (primero en comprensión y luego en producción). Aumento del número de elementos de la frase. Empleo de verbos. Empleo de verbos en formas personales. Uso de preposiciones. Uso adecuado de los artículos y otros determinantes. Adquisición de los morfemas (de número, verbales, de género). Enlaces de frases (coordinación, subordinación).


* Pragmática. Programas concretos de uso del lenguaje para interactuar, pedir, explicar, responder en situaciones diferentes, saludar, modificar su lenguaje cuando no es entendido...


2) Con alumnos sin lenguaje.


- Trabajo de prerrequisitos del lenguaje:


* Fomento de la aparición de la intención comunicativa (limitación de las acciones, empleo de mediadores simbólicos para conseguir cosas). Atención. Memoria. Imitación. Contacto ocular. Juego simbólico. Juegos de turnos.


- Enseñanza de un Sistema de comunicación aumentativo/alternativo:


* Sin ayuda: bimodal.


* Con ayuda: S.P.C.

AFASIA

El término afasia fue acuñado en el año 1864 por el médico francés Armand Trousseau, profesor de clínica médica en el Hotel-dieu. Significa falta de comunicación por el lenguaje y proviene de a –falta- y phasia –palabra. Se trata, según la definición de Trousseau, de un estado patológico que consiste en la pérdida completa o incompleta de la facultad de la palabra, con conservación de la inteligencia y de la integridad de los órganos de la fonación.



Sin embargo, a través de los años, muchas han sido las definiciones que han procurado explicar de manera integral los diferentes aspectos de esta problemática. Han existido diversos enunciados de acuerdo a las diferentes épocas y disciplinas o especialidades científicas que la han investigado. Podríamos simplificar la diversidad de definiciones de afasia describiéndola como una afección que degrada la capacidad de lenguaje a causa de lesiones en las áreas corticales del lenguaje o en las rutas de asociación cerebrales. La afasia expresiva afecta al lenguaje hablado, mientras que la afasia receptiva afecta a la interpretación y memoria del lenguaje.


¿Cómo se produce la Afasia?


Las afasias son producidas, generalmente, por accidentes cerebro vasculares –los que en la actualidad constituyen el 75 por ciento de los casos- dando origen, por embolias o trombosis, a lesiones circunscriptas. También son causales de afasia los tumores cerebrales y los traumatismos craneales -los que pueden clasificarse en fracturas abiertas o contusiones cerebrales más o menos difusas-, así como pueden existir causas degenerativas demenciales –como Alzheimer, Pick, u otros- o infecciones, como la meningoencefalitis. La aparición de la afasia es, por lo general, brusca y es la consecuencia de un accidente cerebrovascular o de un traumatismo craneano. Según su severidad, se le determina una graduación que va de cero a cinco, donde cero corresponde a un estado grave -en donde el afásico no puede hablar ni comprender lo que se le dice- y cinco a un estado en que el paciente tiene mínimos deterioros observables en el habla, pudiendo presentar dificultades subjetivas no evidentes para el interlocutor.


A los efectos de diagnosticar correctamente el alcance del daño cerebral producido y la gravedad de la afasia, es necesario tomar en cuenta diversas características de la producción del habla, y evaluar la comunicación verbal del paciente en aspectos tales como la línea melódica, que es la modalidad de entonación, el volumen, la expresión, la longitud de la frase, la forma gramatical en cuanto a la conformación de oraciones, la cantidad de palabras, su coordinación, la repetición, la capacidad para encontrar palabras, la comprensión auditiva, etc.


Muchos han sido los estudios y trabajos desarrollados con el fin de comprender los alcances de la afasia y los fundamentos morfológicos de las funciones del lenguaje en el cerebro humano.


Clasificaciones y características


Hasta no hace mucho tiempo se consideraba que la afasia era una enfermedad propia de la tercera edad, sin embargo, tras los avances científicos, al presente se la considera una patología con posibilidad de manifestarse a cualquier edad y momento. Hay factores que pueden contribuir en su aparición, tales como el tabaquismo, el stress, el alcoholismo o una mala alimentación.


La afasia es clasificada de amplias maneras –como se expuso anteriormente, por ejemplo, en expresiva o receptiva-, pero una de las más importantes y utilizadas a señalar es la que establece la diferencia entre afasia motora y sensorial.


• La afasia motora (o de Brocca) es la que se manifiesta con mayor frecuencia, habiendo sido, justamente, la primera que fue objeto de estudio. En esta tipología de afasia, al producirse el accidente cerebrovascular originario, el paciente queda sin la facultad del habla, pero no sufre ningún tipo de alteración en cuanto a su capacidad de inteligencia. Puede caracterizarse por la limitación de todo el lenguaje a una sola palabra o a una vocal, o a la inversión los significados de antónimos como si y no. De esta forma, el enfermo, por más que lo intenta, no puede comunicarse mediante la palabra, haciéndolo generalmente a través de gestos, que no siempre resultan fáciles de descifrar. También, en este caso, se debe tener en cuenta la dificultad en la articulación motora, por lo que pueden existir problemas para articular la lengua al expresarse, o bien presentarse dificultades en la escritura, así como hemiplejías con parálisis facial.


• En cuanto a la afasia sensorial o sensitiva, relacionada científicamente como la lesión ubicada en la zona de Wernicke, los cuadros clínicos son diferentes, produciéndose la pérdida de la comprensión del lenguaje hablado y/o escrito. En esta instancia, el enfermo puede hablar, pero no coordina las palabras o los sonidos, oye pero no entiende, ve las letras pero no es capaz de leer y escribir. Con la afasia sensorial las palabras pierden su significación simbólica, sin la existencia de ningún trastorno motor, ni en la voz, como tampoco en la articulación del lenguaje. En esta clase de afasia el paciente puede presentar dificultades en el reconocimiento de objetos inanimados a través del sentido del tacto o el de la vista, perdiendo su significación y con la imposibilidad de denominarlos. Un ejemplo de esta deficiencia es la posibilidad de confundir objetos entre sí, así como sus utilidades –como por ejemplo un peine con un cepillo de dientes-, o no reconocer a una persona por sus facciones y sí hacerlo al escuchar su voz.


• Otra posibilidad de manifestación es la denominada afasia mixta, en la que se presentan en un mismo paciente tanto la afasia motora como la sensorial, con una diversidad de deficiencias propias tanto de una como de la otra.


Diagnóstico y tratamiento


Ante la presunción de afasia, es fundamental para el médico realizar un examen completo a través de una cuidadosa y detallada historia clínica. Si el paciente posee un estado medianamente grave de la enfermedad, en la que hay pocas posibilidades de comunicación, será necesaria la participación de un familiar, o de alguna persona cercana para poder proporcionar los datos necesarios, a fin de componer un estado pre-patológico del paciente. Factores como la edad, el tiempo transcurrido desde el comienzo de la afección, el tipo y la extensión de la lesión originaria de la afasia, también conforman un canal de información fundamental para el diagnóstico y tratamiento del paciente.


Es también de suma importancia concretar un diagnóstico diferencial con ciertos estados que pueden semejarse, como por ejemplo, el mutismo de la demencia precoz, la idiocia o el mutismo histérico. Los antecedentes y demás manifestaciones somáticas podrán establecer la identificación del cuadro.


Una vez establecido el diagnóstico se debe determinar su variedad, su grado de severidad y la etapa de evolución en que se encuentra. Los estudios para detectar, cuantificar y definir el tipo, gravedad y estadio de la afasia utilizados generalmente son la Tomografía Axial Computada, la Resonancia Magnética Nuclear, la Tomografía por Emisión de Positrones o la Medición del Flujo Sanguíneo Cerebral Regional, para mencionar algunos y a modo informativo.


¿Qué es la Afasia?


Una vez diagnosticada la afasia (que implica dificultades graves o imposibilidad de hablar) el tratamiento dependerá de muchos factores, propios del grado y estado de la enfermedad del paciente, así como de las características personales de la persona que se tratará. La posibilidad de volver a constituir el mundo va a depender de un buen tratamiento neurológico, pero sobre todo de uno interdisciplinario.


El período terapéutico debe desarrollarse a través del tiempo con una rehabilitación que interrelacionará distintas disciplinas –neurología, fonoaudiología, entre otras-, según las afecciones y las necesidades específicas en la recuperación de cada caso.


Como en todo proceso de rehabilitación, resulta casi tan importante como el apoyo médico, el sostén afectivo de quienes rodean al paciente afásico. La real comprensión de las limitaciones del enfermo, la colaboración, la estimulación y el acompañamiento continuo son factores que influirán notoriamente en el proceso evolutivo para recuperar las capacidades del paciente. Con un entorno optimista y dinámico se puede reforzar las motivaciones, indispensables para el buen resultado del período terapéutico.


Francoise Cot y René Degiovani decían que todos aquellos que tratan con afásicos, viven o trabajan cerca de ellos, saben pertinentemente que la imposibilidad de expresión normal del pensamiento constituye, más allá del desgano humano, una discapacidad generalizada y profunda. De allí el carácter fundamental y humanamente altruista de apoyar, sostener y procurar el bienestar de aquellos que han sufrido o sufren tal limitación como es aquella que afecta las posibilidades de interrelación y comunicación entre las personas.

miércoles, 5 de enero de 2011

HISTORIA DEL BASKETBALL

ANTECEDENTES PREHISTÓRICOS DE LA HISTORIA DEL BASKETBALL



El deporte que hoy en día conocemos es relativamente joven. Pero se cree que el deporte proviene de uno de los juegos más antiguos que existen en la Tierra, el Tlachtli, Taladzi o pok-ta-pok.


Investigaciones arqueológicas determinaron que 1500 años antes de Cristo antiguas civilizaciones precolombinas de México practicaban un juego que mantenía serias coincidencias con el basketball, aunque otros estudios señalan que ya era practicado unos 3.500 años antes de Cristo así comenzó la HISTORIA DEL BASKETBALL


Los mayas le denominaban Tlachtli, los zapotecas Taladzi y los mayas pok-ta-pok, ha este juego que básicamente consistía en una práctica religiosa. Se practicaba con una bola maciza de caucho y se la podía conectar con muslos y caderas buscando introducirla en un aro que se encontraba en el centro del terreno de juego.


Las contiendas eran a muerte, ya que el juego servía para conocer el designio de los dioses, y todavía se puede visitar uno de sus estadios más famosos en Chichen Itzá. El juego era ganado por el equipo que introducía la bola en el aro.


El juego fue evolucionando con el tiempo y perdiendo crueldad, hasta convertirse en un deporte lúdico que confrontaba equipos. Finalmente fue prohibido cuando los conquistadores españoles llegaron a estas tierras.


HISTORIA DEL BASKETBALL MODERNO


El baloncesto tal como hoy lo conocemos (un deporte con 5 integrantes por equipo y sobre una pista que cuenta con cestas a ambos lados de la cancha), fue inventado por un clérigo, educador y físico canadiense llamado James Naismith.


En diciembre de 1891 el canadiense, quien trabajaba para la Asociación Cristiana de Jóvenes, de Springfield, Massachusetts, Estados Unidos; tenía la tarea de organizar un pasatiempo que se pudiera practicar bajo techo debido a los climas invernales que se avecinaban.


Primeramente diseño un juego que consistía de 9 integrantes por equipo y 2 canastas de madera, junto a 13 reglas que harían regir el nuevo deporte. El número fue descendiendo, en un principio a 7 jugadores, hasta llegar a los 5 actuales.


Las reglas de James Naismith


Originalmente el basketball, básquetbol o baloncesto constó de 13 reglas:


1. El balón se puede lanzar en cualquier dirección, con una o con las dos manos.


2. El balón se puede golpear en cualquier dirección, con una o las dos manos, pero nunca con el puño.


3. El jugador no puede correr con la pelota. El jugador debe lanzar el balón desde el lugar en el que la coja. En el caso de que un jugador capture la pelota en plena carrera, en cuanto la coja deberá intentar detenerse.


4. El balón debe llevarse en las manos o entre ellas. Los brazos o el cuerpo no se deben usar para sostenerlo.


5. No está permitido cargar con el hombro, agarrar, empujar, poner la zancadilla o golpear de manera alguna al oponente. La primera infracción de esta regla por parte de cualquier jugador se considerará una falta; la segunda le descalificará hasta que se consiga la siguiente canasta o, en el caso de que la intención de lesionar fuera clara, se le descalificará durante todo el partido, sin sustituto.


6. Se considera falta golpear el balón con el puño, la violación de las reglas 3 ó 4 y lo descrito en la número 5.


7. Si cualquiera de los equipos hace tres faltas consecutivas, se contabilizará una canasta para el equipo contrario (consecutivas significa que durante ese tiempo el oponente no haya cometido ninguna falta).


8. Se contará canasta cuando el balón sea lanzado o golpeado desde el suelo hasta la cesta y se quede en ella, siempre que los defensores no toquen el balón o dificulten la canasta. Si el balón se queda en el borde de la cesta sin llegar a entrar y el oponente mueve la canasta, se contabilizará como punto.


9. Cuando el balón salga fuera, la primera persona que lo toque lo lanzará al campo de juego. En caso de discusión el árbitro lo lanzará directamente al campo. El que saca dispone de cinco segundos para hacerlo; si retiene el balón más tiempo, el balón pasará al equipo contrario. Si cualquiera de los equipos persiste en retrasar el juego, el árbitro auxiliar le señalará falta.


10. El árbitro auxiliar será el juez de los hombres, anotará las faltas y avisará al árbitro principal cuando se cometan tres faltas seguidas. Podrá descalificar a los jugadores según lo establecido en la regla número 5.


11. El árbitro principal juzgará lo que se refiere al balón y determinará cuándo éste está en juego o ha salido fuera, a qué equipo pertenece, además de llevar el control del tiempo. Decidirá cuándo se ha marcado un tanto y contabilizará las canastas y asimismo realizará las obligaciones habituales de un árbitro.


12. El tiempo se distribuirá en dos mitades de quince minutos, con un descanso de 5 minutos entre ellas.


El equipo que obtenga más puntos dentro de ese tiempo será considerado ganador. En caso de empate, si los capitanes acuerdan hacerlo, el partido se podrá continuar hasta que se marque una canasta.


El 20 de enero de 1892 y continuando con la Historia del basketball se realizó el primer partido de básquet en el Gimnasio del Colegio y desde entonces su crecimiento fue imparable, tal es así que hoy es uno de los deportes más populares del mundo con más de 125 federaciones nacionales y millones de jugadores y fanáticos.


Con el correr de los años el deporte adquiría popularidad y fanáticos, que muchas veces entorpecían la entrada del balón en las cestas. Debido a esta situación se implementaron los tableros.


La FIBA demoró un poco más en aprobar la línea de “Saturno”, recién en 1984 la agrega a su reglamento.